El dolor pélvico crónico es una condición desafiante, pero con el enfoque y el tratamiento adecuados, es posible mejorar la calidad de vida.
Durante el mes de mayo hemos querido concienciar sobre esta condición que afecta a muchas personas, especialmente mujeres, y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida. Este mes ha estado dedicado a la concienciación sobre el dolor pélvico persistente, es importante comprender sus causas y explorar las opciones de tratamiento disponibles.
¿QUÉ ES EL DOLOR PÉLVICO CRÓNICO?
El dolor pélvico crónico, al que también llamamos persistente, se define como un dolor en la región pélvica que persiste durante seis meses o más. Puede ser intermitente o constante y puede variar en intensidad. Esta condición afecta a aproximadamente el 15% de las mujeres en edad reproductiva y también puede afectar a hombres (fuente).
CAUSAS DEL DOLOR PÉLVICO PERSISTENTE
Las causas del DPC pueden ser diversas y, a menudo, están relacionadas con problemas en el sistema reproductivo, urinario, digestivo o musculoesquelético. Algunas causas comunes incluyen:
- Endometriosis: Crecimiento de tejido similar al revestimiento del útero fuera de este.
- Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP): Infección de los órganos reproductivos femeninos.
- Síndrome del intestino irritable (SII): Trastorno digestivo que causa dolor abdominal y cambios en el hábito intestinal.
- Problemas musculares: Tensión o disfunción en los músculos del suelo pélvico.
CÓMO MANEJAR EL DOLOR PÉLVICO CRÓNICO
Desde Hazia Fisioterapia queremos compartir contigo algunas estrategias para manejar y aliviar el dolor pélvico crónico.
1. Fisioterapia del suelo pélvico
La fisioterapia del suelo pélvico es una opción eficaz para muchas personas que sufren de DPC. Un fisioterapeuta especializado puede ayudarte a fortalecer y relajar los músculos del suelo pélvico, reducir el dolor y mejorar la función general de la pelvis.
2. Ejercicio regular
El ejercicio regular, como caminar, nadar o practicar yoga, puede ayudar a reducir el dolor y mejorar la salud general. Es importante elegir actividades que no agraven el dolor y consultar con un profesional de la salud antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicios.
3. Manejo del estrés
El estrés puede agravar el dolor pélvico crónico. Técnicas de manejo del estrés como la meditación, la respiración profunda y la terapia cognitivo-conductual pueden ser útiles para reducir la tensión y mejorar el bienestar emocional.
4. Dieta y nutrición
Mantener una dieta equilibrada y saludable puede ayudar a manejar los síntomas del DPC. Evitar alimentos que desencadenan inflamación o irritación, como los alimentos procesados y el alcohol, puede ser beneficioso.
5. Terapias Complementarias
Algunas personas encuentran alivio a través de terapias complementarias como la acupuntura, el masaje terapéutico y la quiropráctica. Es importante hablar con tu médico antes de probar nuevas terapias para asegurarse de que sean seguras y adecuadas para tu situación.
Si crees que necesitas ayuda o que estás empezando a sentir que hay algo que no se siente del todo bien, no dudes en darnos un silbidito y nos ponemos manos a la obra para ayudarte.